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El riesgo del comercio gris: Seguridad de los productos y vigilancia postcomercialización
- Protección de marca
Paolo Emilio Ascoli, Director de Control de Distribución, Corsearch
Los recientes informes de prensa1 en torno a la venta de sillas de coche para niños potencialmente peligrosas, destacados por la organización de consumidores Which? han avivado la preocupación de los propietarios de marcas por la distribución en línea de sus productos. Tras la retirada y recuperación de un producto, o el descubrimiento de que un vendedor no autorizado no cumple las normas de seguridad, ¿cómo pueden los propietarios de marcas mantener el control de la distribución de sus productos y asegurarse de que el producto retirado ya no está disponible en el mercado en línea?
De forma alarmante, Which? encontró anuncios de sillas de coche ilegales en sitios web como Shein o mercados en línea como eBay. A medida que se expande el comercio electrónico, los consumidores con dificultades económicas se sienten atraídos por los productos rebajados. Al mismo tiempo, crece el mercado gris, es decir, la venta de productos auténticos a través de canales no oficiales o no autorizados.
Normativa sobre seguridad de los productos: piedra angular de la protección del consumidor
Un escenario especialmente peligroso del mercado gris se produce cuando vendedores no autorizados se dedican a la venta de productos de una marca sin los controles de seguridad, las certificaciones o la supervisión reglamentaria necesarios. La certificación de la seguridad de los productos es una piedra angular de la protección del consumidor. Para muchas categorías, como cochecitos de bebé, sillas de seguridad para bebés, juguetes y productos electrónicos, deben cumplirse reglamentos y normas específicos antes de que un producto pueda venderse, también en línea.
Los productos vendidos en la UE y Gran Bretaña deben llevar una marca de conformidad, como la marca CE (Conformité Européenne) para la UE o la marca UKCA (UK Conformity Assessed) para Gran Bretaña. Estas marcas son una declaración del propietario de la marca de que el producto cumple todos los requisitos legales y de seguridad aplicables.
Más allá de las leyes generales de seguridad, varias industrias tienen sus propias normas estrictas. Por ejemplo, los dispositivos médicos, los productos farmacéuticos y determinados productos alimenticios están sujetos a normativas muy específicas y detalladas que también difieren de un país a otro. Los asientos de coche y las sillas de coche para bebés requieren la certificación ECE R44 o R129 antes de poder ponerse a la venta.
Comprender las retiradas y recuperaciones de productos
En algunos casos, surgen riesgos imprevistos durante el uso de un producto y el propietario de una marca decide retirar sus productos del mercado. Sin embargo, los productos actualmente disponibles pueden seguir ofreciéndose en línea, incluso después de muchos años.
Tanto en la Unión Europea como en el Reino Unido, la seguridad de los productos se rige por un marco jurídico claro. Su núcleo es el principio de que los productos comercializados deben ser seguros. En caso de que se considere que un producto no es seguro, el propietario de la marca puede emprender dos procesos: a) retirada, que es la acción emprendida para retirar un producto inseguro de la cadena de suministro antes de que llegue a los consumidores, y b) recuperación, que es la acción emprendida para retirar un producto inseguro una vez que ya ha llegado al público. Esta última requiere que el propietario de la marca busque y recupere activamente el producto entre los usuarios finales y los consumidores.
El nuevo Reglamento General de Seguridad de los Productos (RGPP) de la UE y la normativa similar del Reino Unido exigen que los propietarios de marcas y los distribuidores informen inmediatamente a las autoridades y a los consumidores cuando se detecte un producto peligroso.
Cuando el propietario de una marca descubre que un producto no es seguro, dar una respuesta rápida y transparente no es sólo un requisito legal, sino también moral. El procedimiento correcto implica varios pasos clave:
- El propietario de la marca debe informar inmediatamente del problema a todas las autoridades nacionales pertinentes (por ejemplo, la Office for Product Safety and Standards (OPSS) del Reino Unido o el sistema Safety Gate de la UE).
- Debe elaborarse un plan detallado que describa cómo se retirará o recuperará el producto. Esto incluye cómo se notificará a los consumidores y qué solución se ofrecerá.
- El propietario de la marca debe emitir avisos de retirada claros y normalizados, fácilmente comprensibles y libres de jerga. El GPSR, por ejemplo, exige a las empresas que ofrezcan la posibilidad de elegir entre el reembolso, la sustitución o la reparación.
- La empresa debe utilizar sus registros internos para rastrear la distribución del producto, garantizando que todos los artículos afectados puedan ser contabilizados y retirados del mercado.
Los peligros de los productos retirados en el mercado gris
La proliferación de ventas no autorizadas en el mercado gris significa que no es raro que los productos retirados, ahora en manos de minoristas más pequeños, sigan llegando a los consumidores. Los propietarios de marcas deben desarrollar un programa integral de vigilancia en línea para combatir este peligro. Este programa debe escanear continuamente los mercados en línea, las redes sociales y otros sitios web para identificar a los vendedores no autorizados y los productos que han sido retirados. El objetivo es garantizar la eliminación completa de los contenidos infractores, incluso años después de que se hiciera público el problema de seguridad inicial.
Buenas prácticas para la vigilancia poscomercialización y el cumplimiento de la normativa
Cuando se descubre un producto infractor, el propietario de la marca o el equipo de protección de la marca deben actuar con rapidez. El principal método de retirada es un aviso de retirada enviado directamente al mercado (por ejemplo, Amazon, eBay) o al proveedor de servicios de Internet (ISP) que aloja el anuncio. La notificación debe describir la infracción, aportar pruebas de la inseguridad del producto y de la orden de retirada, y exigir su retirada inmediata. Este procedimiento, que ahora se aclara más en la Ley de Servicios Digitales (DSA - Reg. 2022/2065) de la UE, exige a los ISP que actúen con rapidez ante tales notificaciones. También es importante destacar que la DSA amplía ahora la responsabilidad de los intermediarios al "contenido ilegal", que ahora incluye"...la venta de productos o la prestación de servicios que infrinjan la legislación de protección de los consumidores..". (Reg. 2022/2065, Considerando nº 12).
El auge del mercado gris y del comercio en línea ha desplazado la carga de la seguridad de los productos. Aunque los reguladores y los propietarios de marcas son los principales responsables, los consumidores también deben permanecer vigilantes, y los proveedores de servicios de Internet deben integrar y mejorar sus procesos de detección y eliminación para incluir otras formas de "contenido ilegal". Es de vital importancia llevar a cabo prácticas proactivas y diligentes de vigilancia posterior a la comercialización.
Reforzar la vigilancia del mercado
En la práctica, la capacidad de cumplir estas obligaciones depende de una sólida infraestructura de vigilancia y aplicación de la normativa. Las soluciones tecnológicas deben abordar la vigilancia poscomercialización a escala, garantizando que los productos infractores o inseguros se identifiquen, documenten y retiren de acuerdo con requisitos normativos como la DSA.
La tecnología que integra métodos de detección avanzados, que abarcan mercados, plataformas sociales, dominios y ecosistemas en línea más amplios, puede proporcionar a los propietarios de marcas y a sus equipos jurídicos las pruebas que necesitan para fundamentar las solicitudes de retirada. Al automatizar la recopilación de pruebas, como capturas de pantalla, metadatos e historiales de los vendedores, la tecnología ayuda a garantizar que los avisos de retirada cumplen los umbrales probatorios exigidos por las plataformas y los reguladores. Estas soluciones también pueden proporcionar mecanismos para rastrear y analizar patrones de infracción. En lugar de tratar cada anuncio infractor como un incidente aislado, estas plataformas pueden conectar las cuentas de los vendedores, agrupar la actividad y destacar a los infractores reincidentes. Esta información permite a los asesores y a los equipos de protección de la marca no sólo actuar ante infracciones individuales, sino también aplicar estrategias de cumplimiento más amplias, desde la escalada a los reguladores hasta los procedimientos civiles o penales cuando proceda.
En reconocimiento de la responsabilidad ampliada de los intermediarios en virtud de la DSA, es importante apoyar a los titulares de derechos para que las plataformas y los ISP sean responsables de la eliminación oportuna de los contenidos ilegales. La presentación de informes y las pistas de auditoría, que proporcionan transparencia y defensibilidad, son esenciales para asesorar a los clientes, responder a las investigaciones reglamentarias o justificar el cumplimiento.
Todos los propietarios de marcas aspiran a salvaguardar al público al tiempo que protegen la reputación de su marca. El cumplimiento de la normativa sobre seguridad de los productos, incluidos los procedimientos adecuados de retirada y recuperación, es esencial. En última instancia, sin embargo, solo mediante la integración de una vigilancia exhaustiva posterior a la comercialización podrán las marcas legítimas actuar con éxito contra los vendedores no autorizados, incluso años después de los hechos, ayudando a proteger no solo su marca, sino también a mitigar el riesgo para el público desprevenido.
1 https://www.bbc.co.uk/news/articles/c8643d1p85zo